Autor: Stephen King (Portland, Estados Unidos 1947 - )
Título original: The Institute
Idioma original: Inglés
Año de publicación: 2019
Autor de la reseña: Fernando Sámano
Uno de los escritores que nunca nos deja de sorprender es Stephen King. Luego de tener unos años en los que hemos visto adaptaciones de este escritor en medios como televisión (Mr. Mercedes, El Visitante) y el cine (It, Doctor Sueño, Cementerio de Animales), nos ofrece una nueva novela llamada “El Instituto”.
Dentro del libro conoces a Luke Ellis, un niño que es un verdadero genio. Poseedor de una mente prodigiosa. Aquellos niños prodigio que van a escuelas especiales, que pueden estudiar dos licenciaturas el mismo tiempo y ni siquiera tienen edad suficiente para afeitarse. Hasta que es raptado e internado en un complejo aparentemente gubernamental con fines poco claros, hasta que se nos esclarece.
No es la primera vez que King decide centrar su historia en un niño que tiene poderes (El Resplandor), o en un grupo de amigos que son capaces de enfrentarse a problemas o miedos juntos (It o El Cuerpo); estamos ante una historia que ya ha sido trabajada antes. Sin embargo, esta vez cuenta con un ingrediente adicional; que los elementos que le dan terror a la historia son cosas palpables para nosotros: secuestros, asesinatos, engaños masivos, el maltrato a niños. Mientras que aquellos elementos sobrenaturales, como los poderes telepáticos y telequinéticos están ahí para tratar de solucionar la situación de nuestros personajes. Al llegar a las páginas finales de la historia, seremos nosotros quienes determinarán quienes fueron los buenos o los malos en última instancia.
Verdaderamente es una novela muy bien escrita. A pesar de lo extensa que es en cuanto a número de páginas y lo abrumador que eso podría resultar, debo decir que la lectura me pareció sumamente ágil. Puede que algunos momentos de la trama se sientan un poco lentos o que ciertos conflictos de la historia llegan cuando ya estamos avanzados en la historia. A veces hemos leído cien páginas y parece que algunos aspectos de la historia están despegando. Si llegamos hasta ahí es gracias al carisma de personajes como Luke, Kalisha y Avery; son ellos lo que nos hacen empatizar y sentirnos inmersos en la historia. Al grado de sufrir con ellos cuando les sucede algo.
El libro cuenta con escenas que se quedan grabadas en la mente. En lo personal hubo una que me conmocionó un poco. No daré muchos detalles, pero recuerdo que me encontraba en la escuela leí una escena que involucraba a un personaje, un cuchillo y tener que cortarse una parte de sí mismo (no una extremidad, solo un pequeño “trozo”); espero me entiendan para no hacer spoiler. Tuve que dejar de leer un momento. Le escribí a una amiga que se encontraba en otro país y solamente me dijo “Sigue leyendo. Se pone mejor”. Fue el mejor consejo que me pudieron dar.
El Instituto habla de muchos temas, pero uno de los principales es la amistad. En donde los elementos sobrenaturales ayudan a que la trama sea ágil, agilidad que no permite que el número de páginas nos agobie. Temores palpables y personajes con los que empatizamos de inmediato en el viaje. Una lectura altamente recomendable.
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